Mi madre me enseñó la importancia de observar y elegir una buena patata antes de cocinar. O bien la Red Pontiac de piel roja con ojos marcados o la Kennebec, también conocida como la protegida patata de Prades, de piel amarilla y tersa.
Con mi hermana nos pasábamos los días haciendo voces de todas las canciones que oíamos en la radio, yo siempre hacía la segunda voz. Cuando mis padres no estaban en casa bailaba los “Pitufos Makineros” sobre la mesa del comedor. Mi padre, a pesar de ser comercial, me enseñaba que puedes hacer lo que quieras, incluso en la calle, que a la gente no le importa tus locuras. Todo impulsa y genera el cuerpo activo que soy como cantante, artista plástica y trabajadora multifacética.
Paralelamente, me interesa la estética y el diseño como forma de comunicación gráfica, de la misma forma que un niño adora que sus padres le hagan la avioneta antes de hacerle comer las papillas de cada día.
Básicamente, creo en el poder de la mitificación de la cucharada porque, al final, todos somos papillas de plátano, muesli o avena, qué más da.
Después de estudiar Bellas Artes (2009-2013) y empezar a impulsarme culturalmente como curadora de proyectos artísticos contextuales, me animé a estudiar tipografía suiza y diseño editorial debido a mi dislexia y pasión por la estructura visual y en las dinámicas que se pueden generar sobre algo tan sencillo como un papel. Después, la ola artística quiso llegar a la parte más performativa hasta llegar a la música, la voz y la gestualidad corporal como actos de liberación personal, en la que me ubico actualmente.
Me interesa la educación como formato de investigación experimental, el sonido y la música como canales de difusión comunicativa multidireccional, cuyo dibujo como testigo diario quizás no es testigo, y la acción como creación estratégica de la atención corporal y espacial. Juego, voz, espacio y colectivo en vena, ahora y siempre.
Teresa W (Barcelona, 1995) es hada ・.*・。゚・. y artista. Curiosa-fascinada por el misterio del ritual comunitario, explora la intersección entre performance y arte sonoro en piezas que hablan a muchas voces. En este camino se encuentra con “cercle de fades” (círculo de hadas), el colectivo de performance al que pertenece. “Cercle de fades” es su utopía, el mundo en el que quiere vivir, su familia astral, su clan. El campo donde se mueve w es un abstracto: es el terreno de lo sensible, de lo que percibimos que está ahí, pero que no se puede pronunciar.
Actualmente, trabaja en el proyecto “sons per la fi del món”, que ha recibido el Premio Art Jove Creació (2024), el cual se desarrollará, en parte, en residencia en la Casa de Artistas, para presentarse en las IV Jornadas de Performance de Menorca (2024). También colabora con el colectivo “cercle de fades” en el proyecto “llamando a mi alma”, realizado gracias a la Beca de Residencia de Artes Visuales y Performance (2023) que se presentará, en breve tanto, en “La Capella” como en la ‘Estruch, Fábrica de Creación de las Artes en Vivo (2024).
En el pasado ha performado en espacios como la Fundació Miró (2023), el Centro de Artes Santa Mònica (2022) o el Festival Art Nou (2022) con el colectivo “cercle de fades “, y en el CCCB en colaboración con Eduard Escoffet (2022), entre otros. Ha expuesto en centros como el Museo del Diseño de Barcelona (2021) o la Galería Esther Montoriol (2016), y ha recibido reconocimientos como el Premio Art Nit Campos (2023) o el Premio Mención Especial Performance (2022). También ha participado como investigadora en el proyecto de investigación europeo “Musae”, junto con S+T+Arts y la Universidad de Barcelona, ha colaborado con el CCCB, el Centro Pompidou de París y la HKW de Berlín para el programa “ Culturas de Porvenir” (2021-22) y ha obtenido la Beca para la Investigación y la Innovación en el ámbito de las Artes Visuales (2023).